martes, 21 de diciembre de 2021

 Orígenes de la Pena Privativa de Libertad:

El proceso histórico de la pena privativa de libertad comienza en el siglo XVI. Pero en el sentido actual, no se consolida hasta el siglo XVIII. Hasta entonces, el internamiento no tenía un carácter de pena, sino que se le atribuían medidas de custodia para quien esperaba ser juzgado.

Las penas eran otras: mutilación, trabajos forzados, destierro, muerte, La pena de prisión era excepcional, y solo en la jurisdicción canónica.

Ulpiano dijo que en la privación de libertad, la prisión no ha de servir para el castigo de los hombres, sino para su guarda.

En la edad Moderna se remarca el desarrollo de las penas privativas de libertad, y las vías de aprovechamiento de la fuerza de trabajo de los delincuentes. Aquí ya se edifican centros con la finalidad de corregir a ladrones, esto supuso un gran avance.

La Pena en la Edad Media:

La Edad Media se caracteriza por ideas cristianas, se defienden ideas como una comunidad universal formada por todos los seres humanos.

Partiremos de los pueblos germánicos, los cuales aplicaban dos principios 1) Justicia = principio del Talión y la Blutrache (venganza de sangre), y 2) Utilidad = no prescindir de brazos útiles para la guerra. Adelantamos cómo supuso que se aboliese o, al menos, se redujese la pena de muerte, lo que hizo que se extendiesen las penas corporales y la pena privativa de libertad.

Las prisiones laicas de la Edad Media eran los calabozos y subterráneos de los castillos, fortalezas, palacios, monasterios y otros edificios, sin preocuparse de las condiciones de higiene. Los señores feudales tenían su Casa de Justicia, donde los culpables o presuntos culpables podían permanecer indefinidamente.

La cárcel en la Edad Media se sometía al arbitrio de los príncipes gobernantes, que la imponían en función del estamento al que perteneciera el preso y que podía conmutarse por prestaciones en metálico o en especie, quedando como excepción la pena de prisión para aquellos cuyo crimen careciera de la suficiente gravedad como para que fuesen condenados a muerte o a penas y en las que se mutilaban partes del cuerpo.

Situaciones en Europa:

Hay que tener en cuenta que en toda esta época no solamente existía la prisión como custodia de presos, sino que también existía la figura de la pena de muerte para algunos delincuentes. En Grecia se utilizaron como prisiones canteras abandonadas, denominadas latomías, mereciendo ser citadas las de Siracusa, donde Dionisio el Viejo (S. IV a. de C.) encerraba a sus prisioneros. Consistían en una profunda cavidad en la roca de alrededor de 600 pies de largo por 200 pies de ancho, en las que los presos debían soportar todos los cambios meteorológicos sin ningún resguardo y, por consiguiente, existía un completo abandono de la persona (este procedimiento lo heredarían los cartagineses y, más tarde, los romanos).

Cuando España pasó de la Edad Media a la Edad Moderna, durante la época de los Reyes Católicos y de los Habsburgo (siglos XVI y XVII), los gobernantes utilizaron a los encerrados como mano de obra barata. En esta época las cárceles eran consideradas como espacios ajenos al Derecho. Los prisioneros eran forzados a trabajar para la Corona en los barcos y en el Nuevo Mundo para cubrir la demanda de mano de obra en el Imperio. Esta situación se apoderó de España hasta el siglo XIX, apareciendo el Coronel Manuel Montesinos que ayudó a mejorar la situación de los presos.

La Prisión.

Lugares donde retener a la persona acusada o culpable de haber cometido un delito han existido siempre

1. En sus orígenes, la prisión solo cumplía la misión de «segregar socialmente, sin preocuparse por la suerte del recluso

2. Simplemente se buscaba proporcionarle sufrimiento, por lo que la idea de «corrección» era todavía muy lejana. La influencia del correccionalismo surgirá a mediados del s. XIX como consecuencia de la aparición de los diversos sistemas penitenciarios, con el afán de «corregir» a los penados, no de hacerles sufrir inhumana y deliberadamente, cometido que a sus inicios sostenía la prisión

Casas de Corrección y Prisiones.

Con la idea de corregir a las personas y convertirles en útiles ciudadanos aparecieron las primeras «Casas de Corrección» en los siglos XVI y XVII. Estos nuevos Establecimientos fueron lugares destinados a la reclusión de hombres y mujeres, de manera que fue entonces cuando se empezó a observar una clasificación según el sexo de los/as reclusos/as.

Estas Casas suponen el origen histórico de los centros penitenciarios que hoy en día tenemos, siendo las primeras en aparecer las de Inglaterra, Holanda, Alemania y Suiza. Podría señalarse como la más antigua e influyente de todas ellas la denominada «House of Correction», ubicada en Bridewell (Londres), inaugurada en 1552.

Ésta era pensada para la corrección de aquellos pobres que, siendo aptos para trabajar, se resistieran a ello. Años después son especialmente reseñables los ejemplos de Ámsterdam –en 1596–, como primer Establecimiento correccional en suelo continental. Como expone Von HENTIG, le «siguen otras ciudades, como Brema en 1609, Lübeck en 1613, o Hamburgo en 1622» .

RESPONSABILDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO

RESPONSABILDAD PATRIMONIAL DEL ESTADO  Es a partir de vigencia Constitución de 2010, que el ciudadano adquiere el derecho de ser indemnizado...